lunes, 7 de enero de 2013

Desahogo del que encuentra Fuerzas


Ilusiones negras vienen y siguen, ilusiones esporádicas que me reprimen, no sé cómo escapar, la casualidad me quiere matar, el día me desafía a que rompa lo habitual. Pero mi mente se retuerce y mi alma está inquieta, solo conservar la calma, diluir el ansia con gotas de vacío, esperar que el sol baje porque tengo frio. Me domina el pensamiento y busco la sorpresa, pero por el hecho de buscarla me doy cuenta que ella esta presa, atada e indomable, no se va a presentar cuando vaya a la ventana a asomarme y mirar. Es un desafío, lo sé, y el camino es oscuro, solo sé, que debo ser cauto pues mis pasos son duros, cada instante es una decisión frágil, cada palabra puede ser un arma ágil.

Y vuelvo a buscar la respuesta, en mi mente racional que no sabe de certezas, mi corazón golpea el muro de huesos que lo rodea, pero del corazón no confío porque la taquicardia en algún momento regresa. Sé que hay algo del otro lado pero no puedo verlo, quiero saber que pasa y no vivir de recuerdos, no vivir de recuerdos, no vivir de recuerdos, no vivir de recuerdos, vivir con los recuerdos, vivir con los recuerdos, vivir con los recuerdos.

Superar el impase, la muerte de una parte del ‘Yo’, pero no es una muerte, lo sé, es un paso largo que no sé dónde irá a caer. Como un ciego no me queda donde mirar, solo interpretar lo que mi cuerpo me quiere señalar, mi mente esta incapaz de mirar hacia afuera, necesito alguien que me acompañe a caminar por la acera, necesito un espejo para mirarme desde afuera, mirarme desde afuera, mirarme desde afuera, mirarme desde afuera.

El mejor camino es desahogar las penas, las rabias las angustias y dejarlas afuera. El mejor camino es serenar la mente, no pensar en nada y solo sentir de repente, enfriar el corazón en su justa medida, porque de piedras y de frio no funciona la vida. Serenar el alma y no sacar conclusiones apresuradas, tomar con fuerza tu mejor arma y dispararle a la ilusión desencadenada, que solo es producto de mi ingenuidad, de pensar que nada tiene final. Escoger la mejor alternativa para enfrentar el desafío, hacerse fuerte con la confianza, la fe y el que es tu amigo, escoger callar ante los otros, escoger escuchar la conciencia, que habla solo una vez y no cambia, el resto son mentiras propias que enferman el alma, mentiras propias que enferman el alma, mentiras propias que enferman el alma.

Está bien, ya me siento mucho mejor, una parte de mí se fue como contaminación, ser paciente el tiempo lo premia, ser humilde, la vida te espera, saber escuchar es un don que pocos saben valorar, saber valorar es algo que pocos conocerán, aceptar es amar y yo acepto mi condición, las palabras no alcanzan a describir mi acción, ser asertivo es parte del problema, pero el tiempo, la paciencia y la experiencia al sabio premian. Tengo las cosas claras y se cuáles son mis defectos, confió en mis virtudes y crecer es lo que pretendo, y es que a veces me pierdo y no se hacia dónde mirar, por eso tengo que encerrarme sin pensar.

Una noche se acerca y ya estoy listo, un día nuevo espera, y yo de fuerzas, de nuevo estoy provisto.

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